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viernes, 18 de abril de 2014

EL MAGICO INFLUJO DEL FACEBOOK



En un inesperado cruce de recuerdos, siento la necesidad de sacarme una cuenta absurda, antes de que me atrape el Alzheimer.
 Mucho poner fotos en facebook para publicar todo lo que hacemos en nuestras vidas, diariamente incluso, para que el día que te aburras en un futuro puedas ver aquel modelito tan feo que llevabas el día que fuiste de merienda con aquella gente. Unos que conociste en la sala de espera de urgencias de un hospital y que nunca más en la vida volviste a saber de ellos,  porque  además de ser unos cansinos, solo te acuerdas de lo larga que se te hizo la tarde. Puede que tampoco puedas ver ni la foto porque el maldito Alzheimer  te hará olvidar la contraseña para entrar en tu cuenta. Quizás el facebook sea un buen remedio para prevenir esa enfermedad, si lo repasas diariamente (o sea, si tienes poca faena o tu vicio es preocupante) ejercitas las neuronas cerebrales que primero son atacadas por la enfermedad. Puedes ver aquel café que te tomaste un 4 de junio del 2008 e intentar recordar donde era porque en la foto solo sale el café. Un buen ejercicio mental y  puedes  intentar averiguar quién era aquel Bartolomé Cinto que te puso que le gustaba, porque tampoco recuerdas quien es y entras en su biografía facebook y solo tiene la foto que ves en el perfil, además es una flor. ¿Por qué tengo a este tío de amigo en el facebook? Buena pregunta, parece ser que hubo un tiempo en que era una competición, ganaba el que más amigos tenia añadidos. Lo malo de esto es que cuando pasas de 100 amigos necesitas una secretaria para que gestione tu cuenta. Es lo que hacen ahora los famosos. Cuando empiezas a preocuparte,  pones una actualización de estado avisando de que sintiéndolo mucho vas a eliminar a todos los añadidos que no sabes quién son. ¡A buenas horas! Lo haces y a los días tienes una notificación de uno, que te da las gracias por no quitarlo y vas y le sueltas que te diga quién es porque no lo conoces. Claro, tenía una flor como foto de perfil.
Posiblemente el face, es de las redes sociales más utilizadas. No entiendo mucho de esto, pero obligatoriamente  también tengo una cuenta. Dicen que con el tiempo vas aprendiendo, pero hace unos años recuerdo que yo era una persona de las que prefería pasar desapercibida, pero ya no hay vuelta atrás. Solo tenéis que poner vuestro nombre en el buscador de google y calcular hasta que punto ya no pasáis desapercibidos al ver el resultado de la busqueda.
Pasan un par de días que no entras en tu cuenta y resulta que han actualizado el facebook. Se te ha cambiado la configuración y ahora la foto del culo es pública, los amigos de tus amigos son tus amigos, tus amigos no pueden ver tu biografía y tus mejores amigos ahora son tus enemigos. Si es que cuando tienes 400 amigos añadidos estas cosas pasan, sobre todo si alguno tiene una flor como foto de perfil. Contaste algo de alguien y que a alguno le reboto a la biografía de otro, que tenía como amigo a un primo de ese alguien, que tenia añadida a tu novia como mejor amigo. Es el equilibrio del universo, la compensación de las gallinas, las que entran por las que salen. Un rebote momentáneo (hasta que vuelves a cambiar la configuración y poner en tu muro que la cambien todos tus añadidos, además de insistir en que te lo confirmen) te ha hecho averiguar que tu novia estaba resbalosa y que el hermano de un amigo, que pusiste a parir en tu muro, se la está beneficiando. Bueno, mejor, ya no hace falta que le pagues las copas. Cambias la configuración y quitas el aviso de que la cambien para poder castigarte con los zalameros de tus adúlteros añadidos y que ahora tienen una flor como foto de perfil.
En fin, yo no quería hablar de esto cuando he empezado y he acabado buscando fotos de flores para cambiar mi perfil. En realidad quería hablar de kilómetros, pero ya si eso otro día.

Continuara, posiblemente.
Lo lamento.

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