Tal día como hoy, hace justo
30 años, se produjo un punto de inflexión en mi vida. A pesar de todas las
variaciones, forzadas o no, que se han producido en estas tres décadas, soy una
marioneta movida por lo que ocurrió en aquellas fechas. Todo, bueno y malo,
concreto o general, pero sobre todo personal. me refiero a una reflexión que
me ataca últimamente, pero que para explicarla me voy a apoyar en mis
pensamientos personales y los 30 años que hace que desperté por primera vez en aquel lugar.
Quien no se ha parado a
pensar aquello de --¿Qué hubiera pasado si…?—Cuantas veces has querido
formatearte y volverte a instalar solo lo necesario, sabiendo en qué momento te
has equivocado y saber cuál es la opción
correcta, Aceptar o Cancelar ¡ Demasiado fácil ¡ A lo largo de nuestra vida, se producen varios
puntos de inflexión a los que me refiero, pero nunca sabrás cual deberías haber
cambiado para que todo fuera de otra forma actualmente. No quiero utilizar
adjetivos, pues cualquiera que use puede llevar a engaño. Si digo—para que todo
fuera bien—pensarán que estoy mal, --satisfactorio—pensarán que estoy insatisfecho,
--perfecto--, pensarán que soy tonto pues nada será nunca perfecto.
Estos últimos días, empujado
por la presión del 30 aniversario del comienzo, del trenero que seria luego y un inconformismo enfermizo, me han invadido
los recuerdos y la pregunta famosa--¿Qué hubiera pasado?— Haz la prueba y pregúntatelo
a ti mismo. Busca un punto de inflexión de tu vida e intenta responderte a la
pregunta. Para saber cómo encontrar el punto de inflexión, debes buscar ese
momento de tu vida en que se produjo un cambio importante, sea bueno o malo,
pero obligatoriamente de hace más de 20 años, intenso y prolongado. Aíslalo y
rebobina muy lentamente. Lentamente, intenta recordar momentos anteriores no
superiores a un día. Sigue hacia atrás hasta que encuentres esa imagen mental que recuerdas con
intensidad, pero que a pesar de recordar como llegaste, donde estabas, lo que hacías
y porqué, eres incapaz de recordar detalles importantes del día anterior. No
soy Sicólogo y puede que no sepa explicarlo bien ¿Cómo lo diría? Por ejemplo, si
recuerdas que el día anterior te lo pasaste genial con los colegas en la playa,
debes seguir rebobinando.
Ayer lo vi claro, me vi en
aquel mogollón de chavales jóvenes, algunos críos también, a mi aun me faltaban
cuatro meses para cumplir 18 años. No quiero describir los detalles, pero
recuerdo muchas cosas de ese momento y posteriores. Sin embargo, no recuerdo
nada de las horas anteriores a aquel momento, aunque en el conjunto total solo
sea una pequeñez sin importancia.
Si consigues esto que digo,
puedes encontrar ese punto de inflexión de tu vida. Por supuesto, puedes
recordar cosas anteriores, puede que algunas muy fuertes y que también pudieron
alterar puntos de inflexión posteriores, pero no tan importantes como el ultimo.
Ese en el que ocurrió algo y que, directa o indirectamente, te sigue persiguiendo.
Ahora es decisión de cada
uno, atormentarse o agradecerse a sí mismo, recordando que por aquello, eres lo
que eres, o pasó aquella otra cosa, o aquella que no llegó a pasar. El mayor
tormento que me invade a mí, no es recordar si llegue allí solo, o con alguno
de los que estaban conmigo en aquel grupo de chavales, o con algún familiar. Me revienta recordar todos los
acontecimientos, conversaciones, exámenes, pruebas, preparativos semanas antes y sin embargo no
poder explicar porqué tome una decisión tan importante, que ha condicionado el
resto de mi vida a partir de aquel día. Aquel día que conociste a alguien en
una fila y que no conocías un rato después porque nos raparon el pelo. Esos que
te acompañaron tres años, o el resto de tu vida con alguna que otra laguna
temporal. Los que aparecieron después, condicionado por lo que ocurrió a partir
de aquel día.
No somos dueños de nuestro
destino. Lo fácil es conformarse, ya que por defecto buscamos la felicidad.
Hasta el más tonto puede ser feliz, riendo las burlas que le hacen los que lo
creen infeliz. Por eso lo mejor es no atormentarse (ahora todos están pensando--¡no,
no, yo no me atormento!--) Claro, claro y yo tampoco ¿acaso sirve de algo? Lo que
tenga que ser, será. Pero, lo que sí es
posible, es crear un nuevo punto de inflexión en tu vida. No me refiero a dejar
de fumar, ir al gimnasio o apuntarte a una escuela a bailar salsa, sino a que
ocurra algo en tu vida que provoque que un día estando en el gimnasio, salgas a
fumar y que una canción provoque que pase algo que vuelva a dar un giro a tu
vida y gracias a que te apuntaste a aquella maldita escuela de baile, tu vida
girará en torno a otra cosa diferente.
Todo es mejorable, pero nada
es perfecto y menos para siempre. Te puedes conformar, puedes pulir para
mejorar tu vida o puedes intentar cambiarla. Hagas lo que hagas, tendrás que
vivir y con la importancia que le damos a nuestra corta vida, siempre debemos
pensar que es demasiado frágil.
Nunca sabré que hubiera
pasado en mi vida si no hubiera estado allí, aquel 17 de julio de hace 30 años
en Madrid, en Fuencarral. Solo sé lo que soy, lo que se me escapo por el camino
hasta hoy y lo que me he encontrado, pero todo lo podría argumentar para
explicar porqué empezó aquel día, bueno
y malo.
Me quedo con lo bueno que se
me escapo por el camino y lo bueno que me he encontrado.
¿Soy mayor para un nuevo
punto de inflexión? La pregunta es fácil, solo hay que sumar los años que hace
de aquello y la edad que tenia. Pero si me vas a responder preguntándome si
estoy mal o si lo necesito, pues ni te esfuerces, porque no has entendido nada.
A lo mejor es que no me explico
bien, que también.
Traslada lo que digo a tu
vida, seguro que tu también tienes tu punto de inflexión.