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sábado, 15 de marzo de 2014

EL CHOFER LOCO



¡Maquinista! ¿Qué es eso, manejas una retroexcavadora? Así me lo dijo un conocido del pueblo. Donde se ha metido todo el mundo o es que hemos sufrido una lobotomía generalizada. Puedo entender que alguien no comprenda su significado, pero en general y desde muy pequeños, la mayoría de las personas conocían al maquinista; era el señor que llevaba el tren o la locomotora de un tren. Descendiente de aquellos valientes que, con carbón hasta en las cejas manejaban por un camino de hierro a la madre de todos los inventos del señor humanidad, la locomotora de vapor. Un oficio aparentemente precario, sucio e insano, pero digno. Además tremendamente peligroso, cuando los bandidos atacaban el tren, siempre se cebaban con el que llevaba la locomotora. Puede que se les llamara de otra forma y no maquinista, pero estoy seguro de que no era el conductor y mucho menos el chofer.
Puede que si no entiendes del mundo ferroviario no sepas a lo que me refiero. Incluso puede que lo consideres una ñoñería, hasta a mi me lo está pareciendo. Entonces iras al diccionario de la RAE y veras que esas maquinas que maneja el maquinista, no especifica que sean trenes, solo que pueden ser de vapor, diesel o eléctricas. Eso no significa nada, bueno, solo que los académicos de la lengua no tienen el mas mínimo espíritu ferroviario. Esto sí que lo entiendo, ni siquiera yo lo tengo y  manejo trenes todos los dias. Para trenes sí que hay una definición exacta en la RAE y que se ajusta más.
No hace mucho la figura del maquinista en el ferrocarril que trabajo, era importante. El interventor del tren podía tener algún problema con los viajeros, pero si salía el maquinista de la cabina para interesarse, la cosa cambiaba. Actualmente, si salgo de la cabina para cualquier cosa relacionada con los viajeros, lo más probable es que me den una paliza y además estaré solo. Seré el chofer apaleado. Ahora mismo, si eres maquinista en mi empresa, estas condenado a que todo ser vivo te perdone la vida constantemente. Pero todos, incluso los de tu misma empresa. Serás un lento porque vas tarde, un inútil porque das frenazos, un privilegiado porque vas ahí sentado paseándote, un afortunado porque ganas mucha pasta (ignorantes), un cabrón porque no me ha esperado, un vago porque eres funcionario, etc. Veras pocas cosas buenas.
Un momento, seguro que alguno ya lo está entendiendo mal. No quiero que me hagan reverencias a mi paso, ni que me aplaudan, ni  una estatua cuando me muera. Me gustaría algo mucho más simple y fácil. Quiero la mitad del respeto que le tenía yo a aquel señor que revisaba las mangueras de freno del tren de mercancías, después de que yo lo enganchara. O la mitad del respeto que le tenía aquel viajero al maquinista, cuando salía de su cabina para solucionar algo que ni siquiera era su trabajo. Solo la mitad, con eso me conformaría. Incluso menos de la mitad me valdría. Porque pedir un poco de equilibrio entre la mierda que me pagan y la responsabilidad que me exigen seria meterme en un jardín imposible.
Aparentemente es una cosa fácil de solucionar. Solo tendría que irme a un ferrocarril serio, pero ya queda poco de eso. Además ya soy demasiado mayor, aunque soy demasiado joven para jubilarme, lo que podría ser la solución definitiva a mis quejas.
En fin, me quejo porque aun sigue siendo gratis. Puede que el principal problema sea mi edad, me estoy haciendo viejo y empiezo a chochear. Debería admitir que solo tengo un  empleo en una empresa moderna cuya única intención es obtener beneficios, aunque sea a costa de relegar a los que forman el corazón de la empresa, al último piso del sótano del desprecio. Una práctica empresarial que se está poniendo de moda en las empresas públicas. Me imagino una empresa de diseños donde el que cambia las bombillas fundidas está más valorado que el Project leader.
También puede ser que yo sea el único que pienso de esa manera, entre los cientos de personas que se dedican a lo mismo en mi empresa. Si, debe de ser eso. ¿Me estaré volviendo loco?  ¿Qué soy entonces, el chofer loco?
Lo prefiero, porque la categoría de chofer nostálgico tiende a desaparecer.

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