Ya no se trata de siglas o ideologías.
Es verdad que ahora manda el PP y lo está haciendo como el culo, aparte de todo
lo que se está destapando sobre corrupción que afecta a PP, PSOE, IU y lo que
es más grave a los sindicatos mayoritarios del país. Lo de las tarjetas es una
cosa más y más vergonzoso todavía. Están en una carrera sin límite a ver quién
de todos es más sinvergüenza. Ahora es
el PP quien manda y son demasiados los que les atacan desde el otro frente. Yo
que siempre he sido un poco rojo, debería alegrarme, sin embargo no me alegro
porque están todos manchados. Hace años que se deberían haber tomado medidas,
un político con indicios de haber hecho algo malo, debería dejar el cargo como mínimo.
Que sea el juez el que decida si va o no a la cárcel, pero no puede seguir en
la política si ha hecho algo indecente. Y cuando digo indecente, también me
refiero a tener todos sus bienes a nombre de cuñaos, esposas o hijos, por poner
un ejemplo.
Anoche vi unos de esos
consejeros de Caja Madrid que decía saber, que a la gente esas cosas no le
parecen bien. Se refería a ir a un bar o restaurante para arreglar algo del
trabajo y se pague con la tarjeta de empresa. Para él era normal y que lo
normal no era ir a una Tasca de tres al cuarto. Uno de esos que decía que la
culpa es nuestra por querer vivir por encima de nuestras posibilidades. Yo
escucho eso, con familiares afectados por las dichosas preferentes, que llevo más
de un 25% de poder adquisitivo expoliado desde que empezó toda esta mierda de
la crisis y le daría un bofetón de los que te hacen pitar los oídos. La
desfachatez ya no discrimina derecha o izquierda, político o sindicalista. Los
de izquierdas hablan mucho de lo mal que lo están haciendo y deberían callar,
lo sabían e hicieron la vista gorda. Los de derechas dicen que no se habla
bastante de los de izquierdas que también están implicados. Yo digo que deberían
callarse todos y marcharse a su casa, avergonzados, porque han robado al pueblo o lo han visto
hacer y no han dicho nada. Culpables y cómplices, porque no hay que olvidar que
se utilizaron 22000 millones para rescatar Bankia a nuestra costa y ellos han
seguido viviendo a todo tren sin cortarse. Por eso quizás no querían llamarlo
rescate, simplemente era la manera de que a ellos no se les estropeara el
estatus que tenían y como se habían pulido el dinero de mala manera,
necesitaban que nosotros siguiéramos pagándoles los lujos.
A nadie se le escapa que
este es un país de sinvergüenzas, por lo tanto es inevitable que algunos
lleguen a la política. Todo iba bien mientras el pueblo estaba hipnotizado. Nos
iba bien, podíamos prosperar, cambiar de casa, de coche; nuestros sueldos subían
y había trabajo. Seguramente ellos ya gastaban a todo tren, pero no nos enterábamos
o nos daba igual. Que cada español se pare a pensar por un momento, que hubiera
hecho si le dan una de esas tarjetas mágicas. Seguramente todos la hubiéramos utilizado,
más o menos según cada persona, pero el que diga que la hubiera devuelto miente
como un bellaco o no escucho la parte que decía que lo que gastara no se lo descontarían
de la cuenta y que nadie se iba a enterar de lo que hiciera con ella, ni
siquiera hacienda. Venga, más de uno ha tenido ahora mismo en mente la sensación
que tienes cuando compras un número de lotería e imaginas que te toca. Eso sí
que es normal y ahora más, que a la mayoría nos han dejado con una mano delante
y otra detrás. Entra dentro de nuestra cultura, pero lo que no es de recibo es
que lo haga un político. No le puedes dar la llave de la caja del dinero al más
sinvergüenza de la empresa y si lo haces porque no lo parece, pues debes tomar
las medidas necesarias para que no te la vacíe en el caso de que te engañe.
Puede que lo que sobre en este país y que ha vaciado las arcas públicas, son políticos
con sueldos desorbitados, consejeros de políticos y otras cosas, con tarjeta
oscura o sindicalistas que venden a los trabajadores para pegarse ellos la vida
padre. Sin embargo parece ser que solo sobran trabajadores, porque es a los únicos
que despiden. Estos sinvergüenzas, algunos con tarjetita, cuando los despiden
pasan a otros sitios que incluso cobran más, pero por no hacer nada. Bueno si,
una reunión a la semana.
Ya no me creo nada de lo que me cuentan los políticos,
para mi todos mienten y estoy seguro de que no es así, de que habrá alguno
honrado, pero será difícil de que me convenza. Dicen que tenemos una democracia
adulta y es mentira, seguimos siendo unos críos. Los adultos tienen la
capacidad de juzgar el futuro por lo que han sufrido en el pasado, por lo tanto
no deberíamos tener miedo a cambiar. Para eso está la democracia para poner y
quitar gobiernos que el pueblo quiere mediante votaciones, pero no podemos
votar a unos para que no estén los otros y viceversa, ni permitir mayorías absolutas
para que puedan hacer lo que les dé la gana. Y si descubrimos que nos hemos
equivocado, debemos cambiar nuestro voto sin ningún miedo.
No es tan difícil. Pero claro,
esto solo es mi opinión, no vale para mucho
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