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sábado, 11 de octubre de 2014

A TODO TREN



Ya no se trata de siglas o ideologías. Es verdad que ahora manda el PP y lo está haciendo como el culo, aparte de todo lo que se está destapando sobre corrupción que afecta a PP, PSOE, IU y lo que es más grave a los sindicatos mayoritarios del país. Lo de las tarjetas es una cosa más y más vergonzoso todavía. Están en una carrera sin límite a ver quién de todos es más sinvergüenza.  Ahora es el PP quien manda y son demasiados los que les atacan desde el otro frente. Yo que siempre he sido un poco rojo, debería alegrarme, sin embargo no me alegro porque están todos manchados. Hace años que se deberían haber tomado medidas, un político con indicios de haber hecho algo malo, debería dejar el cargo como mínimo. Que sea el juez el que decida si va o no a la cárcel, pero no puede seguir en la política si ha hecho algo indecente. Y cuando digo indecente, también me refiero a tener todos sus bienes a nombre de cuñaos, esposas o hijos, por poner un ejemplo.
Anoche vi unos de esos consejeros de Caja Madrid que decía saber, que a la gente esas cosas no le parecen bien. Se refería a ir a un bar o restaurante para arreglar algo del trabajo y se pague con la tarjeta de empresa. Para él era normal y que lo normal no era ir a una Tasca de tres al cuarto. Uno de esos que decía que la culpa es nuestra por querer vivir por encima de nuestras posibilidades. Yo escucho eso, con familiares afectados por las dichosas preferentes, que llevo más de un 25% de poder adquisitivo expoliado desde que empezó toda esta mierda de la crisis y le daría un bofetón de los que te hacen pitar los oídos. La desfachatez ya no discrimina derecha o izquierda, político o sindicalista. Los de izquierdas hablan mucho de lo mal que lo están haciendo y deberían callar, lo sabían e hicieron la vista gorda. Los de derechas dicen que no se habla bastante de los de izquierdas que también están implicados. Yo digo que deberían callarse todos y marcharse a su casa, avergonzados,  porque han robado al pueblo o lo han visto hacer y no han dicho nada. Culpables y cómplices, porque no hay que olvidar que se utilizaron 22000 millones para rescatar Bankia a nuestra costa y ellos han seguido viviendo a todo tren sin cortarse. Por eso quizás no querían llamarlo rescate, simplemente era la manera de que a ellos no se les estropeara el estatus que tenían y como se habían pulido el dinero de mala manera, necesitaban que nosotros siguiéramos pagándoles los lujos.
A nadie se le escapa que este es un país de sinvergüenzas, por lo tanto es inevitable que algunos lleguen a la política. Todo iba bien mientras el pueblo estaba hipnotizado. Nos iba bien, podíamos prosperar, cambiar de casa, de coche; nuestros sueldos subían y había trabajo. Seguramente ellos ya gastaban a todo tren, pero no nos enterábamos o nos daba igual. Que cada español se pare a pensar por un momento, que hubiera hecho si le dan una de esas tarjetas mágicas. Seguramente todos la hubiéramos utilizado, más o menos según cada persona, pero el que diga que la hubiera devuelto miente como un bellaco o no escucho la parte que decía que lo que gastara no se lo descontarían de la cuenta y que nadie se iba a enterar de lo que hiciera con ella, ni siquiera hacienda. Venga, más de uno ha tenido ahora mismo en mente la sensación que tienes cuando compras un número de lotería e imaginas que te toca. Eso sí que es normal y ahora más, que a la mayoría nos han dejado con una mano delante y otra detrás. Entra dentro de nuestra cultura, pero lo que no es de recibo es que lo haga un político. No le puedes dar la llave de la caja del dinero al más sinvergüenza de la empresa y si lo haces porque no lo parece, pues debes tomar las medidas necesarias para que no te la vacíe en el caso de que te engañe. Puede que lo que sobre en este país y que ha vaciado las arcas públicas, son políticos con sueldos desorbitados, consejeros de políticos y otras cosas, con tarjeta oscura o sindicalistas que venden a los trabajadores para pegarse ellos la vida padre. Sin embargo parece ser que solo sobran trabajadores, porque es a los únicos que despiden. Estos sinvergüenzas, algunos con tarjetita, cuando los despiden pasan a otros sitios que incluso cobran más, pero por no hacer nada. Bueno si, una reunión a la semana.
 Ya no me creo nada de lo que me cuentan los políticos, para mi todos mienten y estoy seguro de que no es así, de que habrá alguno honrado, pero será difícil de que me convenza. Dicen que tenemos una democracia adulta y es mentira, seguimos siendo unos críos. Los adultos tienen la capacidad de juzgar el futuro por lo que han sufrido en el pasado, por lo tanto no deberíamos tener miedo a cambiar. Para eso está la democracia para poner y quitar gobiernos que el pueblo quiere mediante votaciones, pero no podemos votar a unos para que no estén los otros y viceversa, ni permitir mayorías absolutas para que puedan hacer lo que les dé la gana. Y si descubrimos que nos hemos equivocado, debemos cambiar nuestro voto sin ningún miedo.
No es tan difícil. Pero claro, esto solo es mi opinión, no vale para mucho

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