Como
mola mi trabajo, de verdad, es una cosa que cuesta de explicar. Como molan las
ampliaciones en busca de un mejor servicio público, limpio y con una
prosperidad indudable. Como mola la ampliación a Ribarroja, un proyecto sin
precedentes, en el momento adecuado y casi amortizado antes de su inauguración.
Hace
poco, hice mis primeros viajes de prueba por la nueva línea ¡que ilusión! ,
aunque ya había visto el trayecto en un video grabado, con traqueteo incluido,
desde una vagoneta de trabajos. Como mola el recorrido, como molan los campos
de naranjos abandonados, como molan esos algarrobos y olivos que siguen vivos por
su resistencia al secarral que se
enfrentan. Como mola ese puente estilo Calatrava, preparado para una futura y
necesaria doble vía. Como molan sus paradas y sobre todo, esos amplios espacios
contiguos habilitados para botellones sin molestia alguna para los vecinos.
Como mola lo que insistieron, cuando me enseñaron el video, en la ubicación y
tamaño de cada parking.
Eso es
sin duda lo que más me mola. Me mola ver las cosas como a mí me mola. Me mola
extrañarme por la “cansinería” que demostraron algunos, señalando de manera
subliminal esos parkings. Me mola ser un bicho raro, porque creo que yo fui el único
que se extraño de dicha insistencia, pero por más que lo intenté, no conseguí
que nadie admitiera que era una consigna impuesta por alguien. Debo de ser un
retorcido porque llegué a pensar--¡a mí qué coño me importa el parking!— Eso también
mola de mi trabajo, el reparto de burundanga a altas esferas parece ser una práctica
habitual, por más que preguntas o te interesas por cosas que desde mi humilde
conocimiento parecen absurdas, te las acaban argumentando de manera más absurda
aun en muchas ocasiones. Esto no puede deberse a otra cosa que una ingesta de algún
tipo de sustancia que anule la voluntad y sentido común de las personas o peor,
algún tipo de estado hipnótico provocado.
Dejando
a un lado todas esas cosas que no me molan de mi trabajo, pero que deben ser
fruto de mi imaginación, puesto que parece que solo yo las veo, me voy a
centrar en lo que realmente mola de mi trabajo; todas esas cosas que cualquiera
puede ver salvo que este ciego, pero solo yo las cuento porque a mi sí que me
mola mi trabajo.
Me he estado
documentando para intentar ser preciso en mis absurdeces. Ya que veo las cosas
de manera irónica, por lo menos quiero hacerlo con propiedad. El porque me he
documentado, ha sido porque debido a lo breve que fue mis paseos por la nueva línea,
no dio tiempo a que el encargado de darme las practicas respondiera a lo que
realmente me interesaba. Sí, me mola mi trabajo, pero no me interesaba mucho
saber, OTRA VEZ, donde estaba el parking
de las paradas, como se llamaban las urbanizaciones que se veían a lo lejos,
muy a lo lejos, a tomar por culo se podría
decir, pero no quería ser soez. Tampoco saber las velocidades del recorrido,
porque aun recordaba como insistieron también, en lo que iba a disfrutar
circulando a 80 Km/h y porque ya sabemos los que nos dedicamos a esto, que se
mira mucho el velocímetro y poco la vía. Creo que poniendo las placas de CV en
tamaño bestia, sobran todas las preguntas a este respecto.
Yo quería
saber porque cerraron la línea de RENFE que iba por el mismo sitio y cosas de
ese tipo ¿Cotilla? También, pero me interesan más las cosas importantes, porque
me mola mi trabajo y quiero que tenga futuro. Las pocas respuestas que recibí
no me convencieron, lo que no significa que no fueran ciertas. Según los datos
que encontré, eso era la C-4 de RENFE, que en el 85 dejó de ir hasta Liria,
para dejar solo mercancías entre esa y Ribarroja. Desde la riada del 57, la línea
fue remodelándose obligatoriamente por los efectos de esta y allá por el 2004,
parece que hay un acuerdo entre fomento y la Generalitat, para que sea esta la
que meta mano y se encargue de sus trapicheos. Bueno, aquí no tengo nada que
decir, los políticos sabrán porque hacen esas cosas, lo que he hecho ha sido
entrar en algunos foros de la red, donde hay distintas opiniones sobre el tema.
Se trata de aficionados al ferrocarril, vecinos de esos lugares, avispillas, el
tío ese que está en el PM cara al ordenador viendo videos del youtube y algún que
otro entendido en la materia. Pero solo son eso, opiniones: no era rentable,
que si podían haber puesto tren turístico, que se cerró porque lo iba a
explotar metrovalencia, bla, bla, bla.
Vete a
saber, pero ¿era necesaria esta línea ahora? ¿Lo era años atrás cuando de
verdad se planifico? Pues no lo sé, pero yo solo vi campo y mas campo, algún polígono
y chaletitos guapos, pero bastante lejos. Quitando aquellos que se pudieron
permitir una casita en esas urbanizaciones en época de bonanza, que a duras
penas consigue aguantar allí con los gastos y la hipoteca hasta el cuello, el
resto es gente de cierto nivel o es que yo soy pobre y los veo así. A ese nivel,
me imagino a cada miembro de la familia con coche propio y más con las autovías
que rodean dichas urbanizaciones, algunas en expansión. O quizás, una vez
montado en el único coche de la familia, que ventaja tiene ir hasta el parking
del metro para ir a Valencia, en vez de encarar la autovía hasta el destino. De
verdad me atreveré a dejar el coche durante horas en un parking sito en un
descampado, para irme a Valencia tranquilo porque no tendré que buscarme
aparcamiento. Dejaré a mi hijo en la parada e iré después a recogerlo o me
interesa coger Bypass y acercarlo con el coche entrando por la cruz cubierta.
En fin,
son preguntas que me hago y que seguramente tendrán respuesta lógica, si
alguien se atreve a contestármelas claro. Pero en cualquier caso yo solo quiero
decir lo que me mola la nueva línea de Ribarroja. Como me mola disfrutar de la
velocidad con mi melena al viento. Como mola que, con tanta extensión, no
exista ningún paso a nivel, ninguna carretera que cruce o camino cercano por el
que pueda desalojarse el tren ante una emergencia. Como mola el andén de
Ribarroja en curva, como mola la barrica esa de goma para el hueco del andén y
que facilita el acceso con sillas de ruedas, pero molaría mas que estuviera en
el sitio correcto. No me mola imaginarme como han llegado con la silla de
ruedas hasta una estación en medio del campo. Tampoco me mola lo que van a
disfrutar los “grafiteros”. Como mola lo que se diferencia la A de aeropuerto y
la R de Ribarroja, en el indicador de dirección después de salir de Rosas. Como
me mola imaginarme extranjeros con maletas en la parada de La Cova. Un montón
de cosas que cada día hacen que me mole más mi trabajo.
Lo que más
me mola de todas estas pequeñeces, es que no voy a olvidar el pedazo
seccionador que hay poco antes de salir a la luz de La Cova, que aunque
apagaran las luces, al pasarlo se puede hacer de día, SI NO CIERRAS
PARCIALMENTE EL REGULADOR claro. El “petardaso” y relámpago apocalíptico que
produce el arco voltaico entre la catenaria y pantógrafo de una 4300, es
legendario y no mola nada.
En
definitiva, como mola mi trabajo, aunque molaría más que instalaran una señal
que avise del seccionador, si es viable económicamente claro.
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