No
quiero alarmarte, pero si tu señora esposa te dijo el 13 de febrero del 2015,
que tenía una cena con las mamás del cole y después iban al cine porque
estrenaban una peli romántica, puede que sea el momento de pensar que deberías
haberte leído el maldito libro de E. L. James, Las 50 sombras de Grey. No te digo
la trilogía entera, con leerte el tercero hubiera valido. Si no fue tu esposa y
fue tu novia o compañera, la que te dijo algo parecido, puede que aun estés a
tiempo de salvar los muebles, pero aun así, no te precipites. Respira hondo y
escucha lo que te voy a decir. No te va a valer de nada, pero te ayudará a
entender aquello de --mal de muchos, consuelo de tontos— Respeto e idolatro al
sexo femenino, así que no quiero que nadie saque de contexto mis palabras para
acusarme de lo que no soy. Soy hombre, pero no machista.
El
revuelo que se ha formado con todo este tema de la novela mencionada, no es
otra cosa que un fenómeno más de los que últimamente ocurren con frecuencia.
Llámalo moda si quieres, yo prefiero llamarlo “cansineria” engordada en las
redes sociales. Antiguamente, un simple rumor no tenía la posibilidad de
avanzar con la rapidez que lo puede hacer ahora. Voy a explicarme mejor, sobre
todo para los tíos que es más difícil. La chicas me entenderán a la primera,
pero nunca me darán la razón por diversos motivos, porque puede que no la
tenga, porque no les interese dármela incluso estando de acuerdo conmigo y
además, puede que alguna me llamará machista o pensará que lo soy.
Hace
muchos meses que oigo hablar del dichoso estreno de la peliculita, muchísimo
más tiempo que oigo hablar del maldito libro y por fin, se acabó la pesadilla.
Ya estrenaron la película. Ahora llega
el momento de la verdad, desilusión, miedo o ilusión de que tu pareja te pida
ciertas cosas y un montón de adjetivos que podrían ser validos, incluido el
comentario de – mola mas el libro, que quieres que te diga—
Desde
que empezaron los rumores de que se iba a hacer una película basada en la novela, hasta que la
han estrenado, sin entrar en críticas cinematográficas, interpretación de
actores o cosas similares, principalmente porque no fui a verla al cine, ha
dado lugar a un amplio abanico de situaciones de todo tipo que sería imposible
detallar; así que solo nombrare algunas de ellas. Por ejemplo, casadas que han
ido en grupo a ver la peli y se lo han dicho al marido, las que solo le han
dicho que iban al cine con amigas, las que solo le han dicho que iban a una
cena de amigas, las que los maridos les da igual donde vayan o incluso han
aprovechado para ir de timba con los amigotes; entre estas y las situaciones
parecidas que no cito, está la variante de si el marido se ha leído la novela o
no. También los hombres que han acompañado a su pareja al cine. ¿Y hombres
solos? Seguro que también algún espabilado, dos o tres espabilados juntos como
mucho, grupo más numeroso de tíos resta posibilidades en este tipo de
estrategias.
Luego
están las solter@s, sin novi@ o similar y que generalmente fueron al estreno
con amig@s, rarísimamente sol@s, aunque como en el caso primero, la compañía no
es necesariamente amiga, se pueden dar casos de parentesco familiar, herman@s,
prim@s, cuñad@s, etc.
Luego
ya estarían aquell@s que van a los estrenos de cine sea la película que sea, l@s
que necesitan un plan porque si, l@s que salen todos los viernes y no tenían
otro plan mejor, entre otr@s.
Si a
estas alturas no sabes de lo que estoy hablando, seguramente serás hombre y no
me queda otra que darte mi más sincera enhorabuena; pero no por ser hombre, sino por no saber de
lo que hablo. Para el resto voy a dar mi opinión, intentando no enfadar a nadie
porque no es mi intención ¡Mira! me salió un pareado y no me he enterado.
Dejando
a un lado que la novela me parece una oda machista en muchos aspectos, me
sorprende mucho que la mayoría de mujeres no la califiquen como tal. Incluso si
quisiera exagerar, diría que empaña un poco el rechazo de la sociedad respecto
a la violencia de género. Espera, espera, que es violencia consentida; pues
nada, me callo entonces sobre ese aspecto.
Solo es
una novela. Bueno, una película para todos los que conocían el fenómeno pero
les dio pereza leerse un libro tan gordo. Una obra literaria traducida de un
autor extranjero, con infinidad de gazapos gramaticales (por lo menos en la
traducción) propios de un autor novato. Te puede gustar o no, hay gustos para
todo, pero tampoco es para tirar fuegos artificiales. Pero claro, solo es mi
opinión, yo estoy acostumbrado a novelas de Unamuno, Delibes, Cela y también
extranjeros como Herman Hesse, mis gustos son distintos.
Creo
que para las mujeres, que son mas comedidas e infinitamente más inteligentes en
ese tipo de emociones, es una historia romántica y sensual; para muchos tíos
seguro que es porno flojillo ¡Basta! ya, la genética cavernícola masculina, es
la culpable de que todos los hombres parezcan “salidorros”, es innato, solo hay que controlarlo y ya
está.
Para mí
solo es una novela más para distraerte con su lectura.
Ahora
sí, hay que tener cuidado con el después. Mucho cuidado con esos espabilaos que
intentarán pescar aprovechando que el rio está revuelto. No es oro todo lo que
reluce. Y vosotros, no vayáis de espabilados creyendo que, porque vuestra
compañera se leyó el libro o fue al cine a ver la adaptación de la novela, la
vas a poder atar a la cama y meterle con la vara esa. Si, si, te digo a ti
espabilado; menos mal que fuiste a comprar las esposas y se habían agotado.
Cuantos habrán tirado el dinero comprándolas.
Si no
eres uno de esos 50 espabilados que creían posible llevar la ficción a su vida
real y lo has conseguido de verdad, con quien querías y sin pagar, no me queda
otra que darte a ti tambien, mi más sincera enhorabuena.
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