Nada más levantarme, me he acercado al rinconcito donde
normalmente dejan los regalos los reyes. Con un golpe de vista rápido he podido
comprobar que no había ningún paquete grande. ¡Vaya hombre! Otro año que no me
traen el Ibertren. Esto va en serio, durante años me pedí el Ibertren y lo más
parecido que me trajeron fue un camión de plástico.
Resignado, me he subido al coche para irme a trabajar y
al salir he visto que el contenedor-churrería que tengo enfrente de casa estaba
abierto. Mmmnn!!!! Churritos para desayunar y los que me sobren se los llevo a
los compañeros del trabajo que también han madrugado. En cuanto he parado, me
han invadido algunas dudas. Me he dicho “vaya cola y se me ha olvidado ponerme
la crema revitalizante y rejuvenecedora para el cutis”. He pasado de los
churros, no podía ponerme en la cola con esa cara.
Resignado totalmente ya me he ido a currar y punto. Pero
aun he podido pensar por el camino que este año no me he planteado el típico propósito
para hacer el año entrante algo diferente. Yo paso de esas cosas de “este año
dejo de fumar” o “me voy a apuntar al gimnasio”. Yo soy más de “cuando tenga ocasión,
voy a subir el numero de Jack Daniels tomados, antes de perder la cuenta” tengo
el record en 7, va a ser difícil superarlo. Por lo tanto me he planteado que
para este año nuevo me voy a cortar la melena. Ya me he cansado de llevar el
pelo largo. Eso sí, no voy a renunciar a Metallica, aunque mi pelo sea estilo “Sensación
de vivir”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario