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lunes, 9 de septiembre de 2013

MOSQUITOS



Después de toda una larga reflexión para buscar una teoría sobre algo absurdo que he cavilado esta noche, al final lo he conseguido. Tengo una teoría sobre los mosquitos. He pensado en aquellas películas antiguas en blanco y negro que veía en el cine de verano de mi pueblo, Aquellas en las que un grupo de pardillos en los que siempre había una señora jamona, se colaban en el castillo del conde Drácula solo Dios sabe para qué y acababan uno tras otro mordidos por el conde y solo al final  alguien conseguía clavarle una estaca de madera. Puedo probar mi teoría. Sostengo que en aquel castillo no había mosquitos. Claro, tú dirás “es que morían todos atrapados en las telarañas inmensas que tenían que apartar los protagonistas, para poder andar por las habitaciones del castillo”. Pues no, demasiado obvio. No había mosquitos porque en la película solo cabía un chupasangre. Aunque en algunas, normalmente las más malas, se podían ver juntos varios monstruos como el hombre lobo, la momia y otros, asustando al lado de Drácula; solo había una bestia que se alimentaba de sangre, un único monstruo que se convertía en vampiro, el conde Drácula. No había mosquitos  y  no porque estaban atrapados en las inmensas telarañas.
Bueno pues uno de esos me acecha todas las noches. Un mosquito digo, aunque por el día no lo veo, igual que un vampiro con la luz del sol. Me está desangrando.
¿Qué necesito, un insecticida, arañas tejedoras  o a Van Helsing?

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