No he podido quedarme un rato más en la cama. He
negociado la ultra actividad de mi sueño nocturno para prorrogarlo unas horas más
pero no ha podido ser. El despertador ha votado en contra, hasta dos veces. Simplemente me he dejado llevar cuando he
visto que mi cuerpo parecía saber lo que hacía, a pesar de que mi mente no le
acompañaba. Solo era cuestión de tiempo de que llegara la señal, un flash
emocional o visual que volviera a unir cuerpo y alma todo en uno.
Eran más de las diez de la mañana cuando lo he visto,
pero no un flash, ha sido un fogonazo que me ha obligado a frotarme los ojos
con las manos para poder ver otra vez con normalidad. Estaba allí sentada, la
estanquera de Vallecas embutida dentro del uniforme oficial de camarera de Coco
Loco (Playa de Gandía). Qué horror, pero
por lo menos volvía a notar algo de lucidez. Oía las voces en mi cabeza, esas
que me dijeron que no debía escuchar. Un momento, no estaban en mi cabeza,
estaban detrás de mí. Eran los dos ancianos chillones que he esperado en San
Isidro. ¡Qué voceras!
-Ambrosio ¡casi lo perdemos!
-Si Tomas, si. Este chofer es tonto, mira que parar a mitad
del andén y no llegar hasta el final.
-Están en un plan, el otro día uno se paro en el túnel y
luego daba acelerones para llegar a Colón.
- ¿Y los frenazos? Que ganas tengo que pongan esto automático,
son muy malos.
- Esperando en el andén paso un tren y no paró. ¡Y con
las luces apagadas!
- Sinvergüenzas, con el dinero que ganan. Además ponen el
aire demasiado frio.
- Claro, para ellos ir fresquitos nosotros nos helamos. Lo hacen a propósito.
- Los del tranvía son iguales. Mi hermana subió en uno
que se pasó tres paradas sin parar y tuvo que llamarle a la puerta para que
parara de una vez y poder bajarse.
- Tenían que privatizarles a ver si espabilan.
-Ambrosio ¿Tu llevas billete?
- ¡Yo no, faltaría más! ¡Que cabrons! Cada vez lo ponen más caro para poder
subirles el sueldo.
- Si yo fuera Camps los tiraba a todos.
- Que ya no está, ahora es otro.
- ¡Pues el que estiga! Camps si que era bueno. Yo no voto
al PP, pero si vuelve Camps, les voto.
- Tomas, Tomas, ¿has visto esa del Coco Loco?
- ¡Bueeeehhh! ¡Corderaaaaaaaa! Como nos vamos a poner en
la playa.
Las voces que escucho en mi cabeza me dicen que no hará
falta prorrogar la ultra actividad de la tontería. No expira. Si que he
prolongado unos meses la ultra actividad de mis parafernalias mentales absurdas,
lo siento, no he hecho referéndum. No podía arriesgarme a que alguien votara.
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