Bien, ya me han contestado a la reclamación que puse a
NORAUTO. Les ha costado un poco soltar la pasta. Se hacían los remolones hasta
que ha salido el que parecía ser el encargado. El sabía de sobra lo que tenía
que hacer, pero no ha podido evitar hacer la pregunta típica, como encargado
fiel a la empresa. Me ha preguntado quien me atendió aquel día y que fue lo que
me dijo para que me viera obligado a poner la reclamación. Al ver mi cara de
asombro, justifica la pregunta argumentando que al leer la reclamación lo vio
tan claro y estaba tan bien explicado que no entendía porque no me devolvieron
el dinero sin más. Le respondí que yo tampoco lo entendía pero no le dije quien
me atendió, simplemente dije que no lo recordaba. Mentira, estaba viendo al
empleado en cuestión pero no seré yo el que perjudique a ningún trabajador que
de seguro les obligan a hacer todo tipo de paripé para evitar reclamaciones y
si es necesario intente despistar al cliente. El no tenia culpa, solo cumplió ordenes
y seguramente con la espada de Damocles acechándole, gracias a la última
reforma laboral.
Bueno me han hecho hasta la pelota, eso sí, con la boca
pequeña y por escrito. Para no dejar ningún cabo suelto he tenido que firmar
una especie de finiquito y se han quedado la carta con la que me contestaron.
Menos mal que hice copia, aunque he camuflado ligeramente algún nombre.
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