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viernes, 1 de noviembre de 2013

SIN VIOLENCIA



¿Qué estamos tontos? A ver, si aquel melenudo escocés que se pintaba un mapa azul en la cara, si hombre, aquel que puteaba a los ingleses que tenían sometido a su pueblo. Para que se me entienda, el Mel Gibson en Braveheart. Si Mel hubiera dicho con antelación: vamos a por los ingleses que nos putean y nos hunden la vida. Vamos a ASEDIAR sus castillos para que nos dejen en paz. Si hubiera avisado, los ingleses les hubieran esperado antes de que llegaran. Peor, le hubieran cortado esos pelos antes de salir de casa, con las de podar. Pues eso ha pasado ahora. A quien se le ha ocurrido llamar a una convocatoria “Asedia el Congreso”. No pudieron ni estornudar. Un día antes estaban anulados. A unos chavales, la tarde anterior, les quitaron los petardos que tenían para celebrar los goles del Madrid (menos mal que no los necesitaron).Puedo entender que ante la falta de efectividad de la protesta pacífica, algunos pierdan la paciencia y levanten mas la voz, pero lamentablemente lo callaran como siempre ocurre. Si le dices sinvergüenza a la cara a un sinvergüenza, solo consigues que se perfeccione en serlo más. Seguirá siéndolo, pero intentara que tú que te has dado cuenta, no le vuelvas a pillar. Lo lleva la misma condición humana, cada uno tiene el rol social y espiritual que le ha tocado. Puedes esforzarte durante tu vida en cambiar ese rol, pero difícilmente conseguirás ser un verdadero sinvergüenza, si no has nacido para serlo. Bueno, sin intención de desanimar, se puede probar a ver qué pasa.
Si se quiere molestar a estos sinvergüenzas, no hay que avisarles. El resultado será el mismo, seguro que se les ocurre algo. Te llamaran nazi, filo etarra, terrorista, te llevaran preso con cualquier excusa que se les ocurra a última hora o como suele ocurrir, te darán una paliza los de azul. Más de un “politicucho” se merece una buena colleja con la mano abierta que humilla más, pero la violencia no es buena. Hay que ABRAZAR el congreso, BESAR el congreso, leer POESIA al congreso, CANTAR al congreso, pero día tras día, a lo mejor alguno empieza a tener un poco de vergüenza y dejan de jodernos la vida. También podemos utilizar el método fácil, sentarnos en el sillón y ante cualquier amago de dirigirte a este asunto, cambiar de tema, de canal o de emisora. Evidentemente este es el más cómodo, pero a mí se me hará muy largo y pesado. Por eso, suelo pensar en voz alta, aunque muchos no piensen como yo. En eso consiste la libertad. ¿No? A ver lo que tardan en quitárnosla.

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