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miércoles, 5 de febrero de 2014

01- LA VERDADERA MEMORIA EXPLICATIVA Prólogo



A finales del 2012, con la excusa de una crisis económica sin precedentes en nuestro país, se presento un ERE en metrovalencia. Amparados en el beneplácito de una reforme laboral, aprobada unilateralmente por la mayoría absoluta del gobierno del PP, la dirección de la empresa en la que trabajo, decidió recortar gastos a costa de los trabajadores.  Sin querer entrar en detalles sobre el despilfarro que provocó el agujero económico  en la empresa, comenzó un proceso de manipulación para conseguir unos propósitos oscuros y supuestamente orquestados entre empresa y algunos sindicatos. Esto, que en principio solo es mi humilde opinión, acabó en una serie de consecuencias adversas para el conjunto de trabajadores. Y además voy a intentar argumentar.
Nunca pretendí ser más listo que nadie, pero la experiencia de haber sufrido dos ERE con anterioridad en la empresa, me hicieron dedicarme con recelo al desarrollo de este. Comencé por leer toda la información y no pasar por alto ningún acta de las reuniones entre empresa y sindicatos. Expresaba mis opiniones en facebook, sin ánimo de entorpecer el desarrollo, pero empeñado en que hubiera una total transparencia. Siempre intente ser respetuoso con todas las opiniones, pero no tardo mucho en ensuciarse la cosa. Había opiniones similares a las mías lo cual era normal puesto que siempre defendí al conjunto de los trabajadores, puesto que yo era uno de ellos.
Poco a poco los ánimos se fueron crispando y empezaron a aparecer las diferencias entre algunos trabajadores. No podía entenderlo, pero lo acepte. Había situaciones diversas y posiblemente algunos, con más información que otros, empezaron a ver peligrar su culo su situación concretamente. Yo seguía a lo mío, pensando en el conjunto de trabajadores, pero empecé a notar cierta animadversión hacia mí, por parte de algunos compañeros. Miradas raras y omisión de saludo por parte de algunos, a pesar de que yo asistía a manifestaciones y secundaba todas las huelgas.
Con el tiempo llegaron las faltas de respeto y ataques a las libertades individuales, curiosamente por los que consideraba compañeros. Algunas como estas.



Sin querer entrar en polémicas, continúe expresando mi opinión con total libertad y creyéndome con derecho a hacerlo. Asistía a las manifestaciones que mis obligaciones me permitían  y secundaba todas las huelgas. Ahí empecé a darme cuenta de que, para algunos, no iba en la dirección “correcta”. Fue entonces cuando sufrí el primer ataque personal por parte de alguien mal informado, pero que consiguió su propósito porque me pilló en una mala tarde. Tuve que disculparme porque, en un arrebato de ansiedad, lo llame listillo. Listillo, el mayor insulto y falta de respeto recogido en el diccionario de la Academia de la Lengua. Comparado con los que habían recibido algunos compañeros anteriormente por no secundar huelgas, este era el peor de todos sin duda. Me relajé un poco, pero no cambie mi forma de pensar. Todos aquellos tejemanejes, no hacían otra cosa que reforzar mi pensamiento. Tanto interés por acallar ciertas opiniones, me animaban en cierta manera.

A continuación llego lo más fuerte. No habiendo conseguido amedrentarme, continúe intercambiando opiniones en el grupo, pero ya empezaba a quedarme solo. Solo algunos valientes eran capaces de entrar en mis comentarios. Ahora lo entiendo, ya era demasiado claro y explicito y atacaba directamente el proceder de algunos sindicatos, en el desarrollo de los acontecimientos. A partir de aquí ya pesan mucho mis paranoias personales, por eso aportaré las pruebas que tengo para poder argumentarlas. Insisto que es mi humilde opinión y además he creído conveniente ocultar los nombres para no perjudicar a nadie. Si alguien se siente identificado que sepa que no pretendo contrariar a nadie, solo quiero defenderme de todo de lo que me acusaron a traición y no pude hacerlo en su momento. Como demostrare en próximas publicaciones, siempre creí que era un gran engaño, pero lo que viene a continuación es totalmente verídico puesto que son los comentarios originales (sin nombre ni foto)
El plan era que me callara. Por lo visto, algún sector empezaba a pensar que lo que decía no era tan descabellado y había que demostrarles que, simple y llanamente, que yo hablaba mucho pero no hacía nada. Mentira, hacia lo mismo que todos, huelgas y manifestaciones. Para demostrar a unos cuantos que yo no quería “quemar trenes”, me organizaron una asamblea “trampa” para conseguir sus propósitos. En la secuencia se puede observar que la intención era, que dejáramos de pensar, demostrar que solo pensaba y no actuaba, para asi seguir con su plan sin oposición alguna. 


Y lo consiguieron, me rendí. No sin antes faltarme con alguno de los asistentes a dicha asamblea. Posteriormente tuve que disculparme, a la vez que aproveche tímidamente cualquier ocasión de explicar a quien preguntaba por la famosa asamblea, lo que habían hecho. Claro, lo más probable es que en ese momento solo parecía que todo era fruto de mi imaginación. Y con eso me he quedado.





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