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miércoles, 26 de febrero de 2014

NO ES PAIS PARA TOMARNOS POR TONTOS



A veces me siento como Jim Carrey en el show de Truman. Nada parece real, todo lo que me rodea es como una puesta en escena. La gente, cercana y no, son actores con un papel de actuación en toda la pantomima. Pero ya me he dado cuenta, me ha costado pero descubrí al final el pastel. Solo tengo que encontrar la puerta de salida del escenario e irme. No sé donde, lo más seguro es que fuera de este montaje no tenga nada mío, nada a lo que agarrarme. Me da igual, con que sea real me vale. Intento desquiciar a todo el mundo para ver si alguien se delata solo, pero no hay manera, lo único que consigo es que me miren como si estuviera loco. ¡Jaaaaa! Pues no estoy loco, lo que pasa es que notan que se algo y disimulan como bellacos. No puedo entender que toda esta obra de teatro gire en torno a cómo me arruinan la vida. No solo a mí, también a algunos de los actores, sin embargo solo parece importarme a mí. Ya sé que parece una chorrada, pues además de parecerlo, lo es. Pero ya no sé cómo decirlo, todo a mí alrededor parece una farsa.
En este país la gente ni siente ni padece. Últimamente nos vemos sometidos a ataques, manipulaciones sociales y explicaciones totalmente torticeras. Tratamientos y formas de actuar contra los ciudadanos claramente injustas, que no se ajustan a las leyes interpretadas para el bien ciudadano e incluso que escapan a cualquier razonamiento lógico. Haciendo un esfuerzo  para argumentarlo a quien me escucha, solo obtengo un reconocimiento apático que no me sirve o la contestación más utilizada en los últimos tiempos---que le vamos a hacer---
Vale, es comprensible que una chica se moleste si le llamas “rubia” pero por qué no molesta tanto si la llamas morena. Hay quien va a comprar pescadilla y si le dicen que la traen de Italia ya no la quiere. ¡La quiero de Valencia! Bien, hasta ahí puedo estar de acuerdo,  pero te lo argumento. Acaso la pescadilla nos puede explicar los mares que ha surcado. Igual la pescaron en Italia y unos días antes estuvo cerca de Ibiza. O puede que naciera por Málaga, paso unos días en Ibiza y la acabaron pescando unos rumanos que iban en un barco italiano, con patrón valenciano. Desconozco la vida y costumbres de la pescadilla pero eso no es lo que importa, lo importante es que la pescadilla sea de Valencia. Todo es irreal,  nos han lavado el cerebro y el sinsentido campa a sus anchas.
Un anciano debe ser consciente de lo que firma cuando le engañan con las preferentes, pero una privilegiada,  puede firmar ilegalidades y decir que no se entera porque estaba cegada de amor. Siempre se ha dicho que el amor es ciego, por eso algunos se dan ostias bien gordas por no ver. Se puede arruinar bancos, esconder fortunas a hacienda, ser político y tener cuentas escondidas en Suiza, machacarnos para cargase nuestro futuro y el de nuestros hijos porque despilfarraron el dinero público, pero que no pasará nada, lo pagaran los ciudadanos aunque acaben tirándose por el balcón porque no dan más de sí. Da igual, nos manifestaremos pacíficamente y protestaremos educadamente mientras ellos se partirán el culo observando, porque saben de sobra que no les va a pasar nada. QUE LE VAMOS A HACER. Ya lo he dicho, no he tardado mucho.
Así somos. Veo como en Ucrania opositores contrarios al gobierno se arrancan la piel a bofetones porque piden cambios. A tiros les responden. En Brasil protestan por lo que gasta el gobierno en ciertas cosas para el próximo mundial de futbol que se celebrará allí. A palos y con detenidos. En Turquía, protestas por censura en internet, a palos también. En Venezuela,  la que tiene montada el Maduro con argumentos, a mi parecer, del todo absurdos por su parte. En Siria, el que manda,  se aferra al poder a tiros. Hay mucho lio por el mundo. No quiero decir que esté de acuerdo con esta violencia, pero dos no se pelean si uno no quiere y en alguna de estas circunstancias también han dialogado seguro, pero al final acaban a palos. Todos los que están a un lado pensarán que tienen razón y los que están al otro lado también. Que complicado. Aquí es más sencillo, simplemente decimos--- QUE LE VAMOS A HACER---  y arreglado.
Día tras día veo el eslogan que reza NO ES PAIS PARA TONTOS. Pues no sé qué decir, a veces creo que es cierto y debería abandonar, porque parezco el único tonto que se queja, mientras a mí alrededor parece que no pase nada. Lo que sí parece estar claro es que es país para tomarnos por tontos, por lo menos a mí.  Puede que el problema sea mío, creo que vivo en un país para “morrudos”  y sinvergüenzas. A ellos,  parece irles mejor que a mí.

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